Como es sabido ya por todos, el 11 de marzo recién pasado un terremoto de 9° Richter y posterior tsunami azotaron parte de Japón causando gran devastación y grandes perdidas humanas y materiales.
Tuve la oportunidad de seguir los acontecimientos en vivo a través de las transmisiones de TV y twitter lo que me afectó mucho, ya que en Chile hace ya poco más de un año vivimos lo mismo, y es algo que nadie merece vivir. Si bien Japón (al igual que Chile) está preparado para recibir grandes o mega terremotos por ser de los países más sísmicos del mundo, lamentablemente no estaba preparado para un tsunami de tal envergadura, que en la práctica es el que causó más daño y pérdidas humanas.
Por lo pronto, sólo queda orar y pedir por el bienestar del pueblo japonés que está viviendo días muy difíciles y que tendrá que afrontar desde ahora las consecuencias de su peor catástrofe causada por la naturaleza.